La capacidad de respuesta del Estado mexicano en materia de seguridad penitenciaria fue puesta a prueba en Veracruz, donde fuerzas estatales, federales y castrenses lograron retomar el control del penal de Tuxpan, luego de un motín que se prolongó por 12 horas. El saldo preliminar de este evento crítico es de siete internos fallecidos y once más con quemaduras en diversas partes del cuerpo.
Las autoridades estatales informaron la recuperación total del Centro Penitenciario tras los disturbios. Los internos habrían iniciado la protesta mediante la quema de diversos productos y la toma de control de distintas áreas del Centro de Readaptación Social, antes de que las fuerzas policiales conjuntas restablecieran el orden.
Paralelamente a la intervención oficial, en redes sociales circularon imágenes de reos heridos, así como videos de presuntos integrantes del Grupo criminal ‘Sombra’ en los que se reconocen actividades de extorsión. La difusión de este material digital añade elementos al entendimiento de la dinámica interna del conflicto.
Las víctimas fatales, un total de siete reos, perdieron la vida durante el incidente. Los once internos que resultaron con lesiones reciben atención médica especializada en diferentes hospitales de la región veracruzana, subrayando la magnitud de las consecuencias del motín.