En un movimiento de alta relevancia simbólica para la vida pública del país, el próximo Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar Ortiz, sostuvo una reunión clave en el Senado de la República.
El encuentro fue con el Presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), Adán Augusto López Hernández, y el Presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández, para revisar los detalles de la ceremonia de transición del 1 de septiembre.
Más allá del protocolo, la reunión envía un mensaje contundente de coordinación y visión compartida entre los poderes que encabezarán la siguiente fase de la política nacional.
Coordinación para una “Nueva Etapa”
La presencia de Adán Augusto López Hernández en esta reunión es fundamental para entender su alcance. López Hernández, ex-Secretario de Gobernación y una de las figuras con mayor peso político en el oficialismo, no solo actúa como líder de la bancada mayoritaria, sino como el articulador principal entre el Ejecutivo, el Legislativo y, ahora, el renovado Poder Judicial. Su papel en la JUCOPO es estratégico para la consolidación de las reformas estructurales del gobierno.
El encuentro, descrito por el futuro ministro presidente como una revisión del protocolo, es en realidad el primer acto público que escenifica la sintonía que se espera del Poder Judicial con la agenda de la autodenominada Cuarta Transformación.
El Significado de una “Justicia Cercana al Pueblo”
La declaración de Hugo Aguilar Ortiz en sus redes sociales, donde apunta a una “etapa de justicia real y cercana al pueblo”, no es una frase casual. Es la encapsulación del discurso que ha justificado e impulsado la profunda Reforma al Poder Judicial, uno de los proyectos más ambiciosos y polémicos del sexenio.
Históricamente, el oficialismo ha señalado al Poder Judicial como una institución elitista y distante de las necesidades ciudadanas. Por tanto, esta “nueva etapa” a la que se alude representa la culminación de un largo proceso político que busca reconfigurar la impartición de justicia en México bajo los principios de austeridad, transparencia y, sobre todo, sensibilidad social. La gestión de Aguilar Ortiz comenzará con el mandato explícito de materializar esa promesa.