El Partido Acción Nacional (PAN), por medio de su líder de bancada en el Senado, Ricardo Anaya, ha instado a una investigación profunda y sin reservas sobre los presuntos vínculos del exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez, con grupos criminales. La exigencia se enmarca en un contexto de creciente preocupación por la permeabilidad del crimen organizado en las estructuras de gobierno.
En conferencia de prensa, Anaya Cortés subrayó la urgencia de que la información periodística sobre el caso transite hacia conclusiones formales y legales, permitiendo una actuación consecuente “tope donde tope”. En este sentido, el legislador panista mencionó la pertinencia de investigar no solo a exgobernadores, sino también la posible implicación de expresidentes de la República en casos de esta índole.
Acompañado por los diputados Federico Döring, Diana Gutiérrez y Mario Íñiguez, el coordinador de la bancada panista destacó la alarmante expansión del crimen organizado en México, argumentando que este crecimiento sería inviable sin la presunta complicidad de actores gubernamentales. Esta postura refuerza la demanda de transparencia y rendición de cuentas.
De acuerdo con la información periodística citada por el PAN, los presuntos nexos de Hernán Bermúdez con el crimen organizado eran de conocimiento público incluso antes de su nombramiento como secretario de Seguridad. Se señaló directamente que tanto el entonces gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, como el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, estaban al tanto de estas presuntas conexiones.
El partido blanquiazul indicó que el caso de Bermúdez no constituye un incidente aislado, sino que forma parte de un presunto patrón de vínculos entre el partido Morena y el crimen organizado, que, según sus declaraciones, se ha manifestado en entidades como Sinaloa, Tamaulipas y Baja California. Esta afirmación busca posicionar el caso de Tabasco dentro de una problemática de alcance nacional.
Finalmente, en respuesta a cuestionamientos sobre su ausencia en la Comisión Permanente, Anaya Cortés aclaró que se tomó una semana de descanso para viajar con su familia a Estados Unidos, desmintiendo rumores sobre su paradero en Tokio o Europa.