Este martes, diversas colonias y rancherías del municipio de Centro, en Tabasco, fueron escenario de una preocupante oleada de asaltos y actos vandálicos contra comercios, revelando una audacia inusitada por parte de la delincuencia y poniendo en entredicho la eficacia de las estrategias de seguridad local. Al menos diez establecimientos fueron blanco de la criminalidad en una jornada que transcurrió desde las primeras horas de la mañana hasta el final de la tarde.
Una Jornada de Terror y Coordinación Delictiva
La serie de ilícitos comenzó temprano, alrededor de las 7 de la mañana, con el asalto a un Oxxo en la colonia Indeco. Este fue solo el preámbulo de una cadena de robos que se extendió por Ciudad Industrial, Villa El Cielo y otras demarcaciones, ejecutados en varios casos de manera casi simultánea. El modus operandi recurrente involucra a sujetos armados, a menudo a bordo de motocicletas y con rostros cubiertos, lo que sugiere un patrón y una posible coordinación entre los perpetradores. Este tipo de sincronización en los ataques es un indicador de una organización más compleja detrás de los delitos, superando el hurto ocasional.
Zonas Afectadas: Un Reflejo de Vulnerabilidad Urbana
Las colonias Atasta, Indeco, José María Pino Suárez, Gaviotas Norte, junto con Villa El Cielo y Ranchería González tercera sección, fueron las principales afectadas. Estas áreas, que abarcan desde zonas residenciales densamente pobladas hasta corredores comerciales, reflejan una vulnerabilidad generalizada ante la delincuencia. Históricamente, algunas de estas colonias han sido identificadas como puntos con índices delictivos considerables, aunque la magnitud y simultaneidad de los ataques de este martes marcan un precedente alarmante para la percepción de seguridad ciudadana en la capital tabasqueña.
La Escalada de Violencia: Del Robo al Incendio
El punto más crítico de esta jornada fue el asalto al Oxxo de la ranchería González tercera sección, donde los delincuentes no solo robaron, sino que provocaron un incendio al interior del establecimiento. Este acto, que requirió la intervención de los bomberos para evitar una catástrofe mayor dada la cercanía de una gasolinera, representa una escalada en la violencia y la impunidad con la que operan estos grupos. La capacidad de los criminales para causar daños más allá del hurto de bienes es un claro mensaje de desafío a las autoridades y de la creciente audacia observada en el panorama delictivo local.
Impacto y Reacción Ciudadana
Los asaltos no se limitaron a tiendas de conveniencia; establecimientos de abarrotes como Súper Sánchez y abarrotera Monterrey, así como la tienda Vaqueiros, también fueron blanco. Los delincuentes sustrajeron efectivo y, en algunos casos, incluso celulares de los empleados. La acumulación de estos eventos en un solo día ha generado una profunda preocupación entre los comerciantes y la ciudadanía, quienes demandan una respuesta contundente por parte de las fuerzas de seguridad. Esta oleada de atracos subraya la necesidad urgente de fortalecer las estrategias de vigilancia y prevención del delito en el estado, así como una revisión de la coordinación entre los distintos órdenes de gobierno para garantizar la tranquilidad de los habitantes y la viabilidad de los negocios locales.