UJAT suspende maestro por acoso sexual; postura institucional genera debate

La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco suspende a un maestro por acoso sexual. La medida y la justificación institucional sobre no rescindir su contrato abren discusión.

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La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) ha tomado medidas disciplinarias contra un maestro de la Licenciatura en Genómica, suspendiéndolo por seis meses sin goce de sueldo tras ser encontrado responsable de hostigamiento sexual contra estudiantes. El Abogado General de la UJAT, Rodolfo Campos Montejo, hizo pública la decisión, que se inscribe en el marco de la “Normatividad Universitaria” y ha suscitado un debate sobre el alcance de las sanciones institucionales.

Los hechos, ventilados este lunes, ocurrieron en marzo pasado, posterior al evento conocido como Gallo Universitario. Según el testimonio del funcionario, el docente invitó a un grupo de estudiantes a un departamento particular. En dicho encuentro, “al calor de las copas”, el profesor realizó tocamientos sexuales tanto a alumnas como a un alumno, acompañando sus acciones con amenazas de represalias si los afectados revelaban lo sucedido, invocando su supuesta autoridad universitaria. Campos Montejo enfatizó la importancia de la cautela en las interacciones sociales universitarias.

Como parte de la sanción, además de la suspensión económica y laboral por medio año, el maestro fue condicionado a cubrir nueve mil pesos a los alumnos afectados para terapias psicológicas. Adicionalmente, se le impuso la obligación de cursar y acreditar ocho talleres sobre temas críticos como gestión emocional, ética profesional, violencia escolar, derechos humanos, hostigamiento y bullying, buscando una reeducación en su conducta.

La decisión de no rescindir el contrato del docente fue un punto de controversia, especialmente cuando una alumna cuestionó la continuidad del catedrático en la institución. Rodolfo Campos Montejo argumentó que, si bien la rescisión era una opción, la universidad ponderó que las alumnas “accedieron a ir al departamento del maestro”, lo que implicó, según el funcionario, que “de alguna manera, no cuidaron su conducta plenamente”. Agregó que rescindir el contrato exponía a la universidad a un juicio legal y al riesgo de que el maestro quedara impune por algún “detalle legal”.

Ante la pregunta de otra estudiante sobre la existencia de un listado público de maestros violentadores, Campos Montejo explicó que la Ley de Datos Personales en México prohíbe la divulgación de datos de identificación. Esta restricción busca evitar la discriminación hacia una persona que ya ha cumplido una pena o sanción. Aseguró la existencia de un registro interno en la UJAT, aunque este no puede ser público, y garantizó que “los casos graves han resultado en la expulsión de los maestros”, buscando ofrecer confianza a la comunidad estudiantil sobre la gestión de estas situaciones.

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